Impacto ambiental.

Impacto ambiental

Por impacto ambiental nos referimos al efecto inmediato o a mediano o largo plazo que ejercen las distintas actividades humanas en el medio ambiente en que se desarrollan. Aunque determinados eventos catastróficos naturales, como huracanes, sismos o erupciones de volcanes pueden a la vez tener un alto impacto en el medio ambiente, ya que alteran la línea de base ecológica de manera radical y repentina.


El impacto ambiental es un concepto clave en la ecología, rama de la ciencia interesada en la comprensión y preservación del medio ambiente natural. A través de la Evaluación del Impacto Ambiental (EIA) de un proyecto humano determinado, los ecólogos pueden advertir respecto a su peligrosidad y conveniencia en términos medioambientales.


Se sabe que numerosas actividades humanas, sobre todo las industriales, tienen un elevado nivel de costo ecológico, ocasionando alteraciones significativas en el balance de los ecosistemas que a menudo conducen a extinciones, sobrepoblaciones, pestes o erosiones, todo lo cual va en detrimento de la salud de nuestro planeta.

¿Cómo surge?



La idea del Impacto Ambiental surgió de los movimientos conservacionistas que ganaron cada vez más terreno en la política mundial durante el siglo XX, como consecuencia de la expansión arrolladora de la industria en el mundo contemporáneo y la aparición de los primeros efectos ambientales nocivos debido a la contaminación.


Algunos de estos efectos incluyen a las lluvias ácidas, extinciones de ecosistemas, contaminación del agua que derivó en enfermedades y, más recientemente, el efecto invernadero y el calentamiento global, que conducen al cambio climático.



Tipos de impacto ambiental

Puede hablarse de distintos tipos de impacto, de acuerdo a su efecto en el medio ambiente, como son:


Directo o indirecto. El impacto ambiental directo será el que ocasione cambios inmediatos y perceptibles a corto plazo en el ecosistema, mientras que el indirecto será el que lo afecte colateralmente, sin que se note a primera vista. 

Temporal o permanente. El impacto temporal es aquel que en el tiempo puede revertirse, mientras que el permanente es para siempre. 

Reversible o irreversible. Los impactos ambientales reversibles pueden deshacerse ya sea por la propia naturaleza en el tiempo, o mediante intervenciones humanas dirigidas a restaurar el medio ambiente; mientras que los efectos irreversibles no tienen reparo. 

Acumulativo o sinérgico. Los impactos acumulativos son aquellos que se van sumando en el tiempo, y cuyo efecto se va agravando a medida que se acumulan; mientras que los sinérgicos son aquellos en los que distintos impactos colaboran para generar un mismo efecto mucho mayor que si no estuvieran ocurriendo todos a la vez. 

Actual o potencial. El impacto actual es aquel que está ocurriendo de inmediato, y el potencial es aquel que podría ocurrir a futuro, si no se toman las medidas preventivas necesarias. 

Local o diseminado. Esto depende de si el efecto tiene lugar en una pequeña región acotada (local), o si fluye hacia otros ecosistemas y se esparce (diseminado). 

Causas del impacto ambiental


Como hemos dicho, las causas pueden ser humanas o naturales. Entre estas últimas, figuran los grandes desastres medioambientales como huracanes, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, caída de meteoritos, inundaciones o cambios climáticos extremos.

En cuanto a las causas que son debido a la acción del hombre, las principales son:

Explotación de recursos naturales. Como la minería, la tala, la pesca de arrastre o la caza indiscriminada, actividades que agotan o deterioran el medio ambiente para obtener materia prima.

Disposición de desechos. Tanto los residuos urbanos (basura, cloacas), como los subproductos industriales que son vertidos al mar o disipados en la atmósfera, alteran significativamente el balance químico de la naturaleza. La quema de hidrocarburos y combustibles fósiles es uno de los principales causantes de ello. 

Guerras. Toda la destrucción desencadenada durante los conflictos bélicos, como bombardeos, uso de armamento químico y abandono de material de guerra (balas, minas, material destruido, etc.), tienen su costo ecológico también. 

Material radiactivo. Ya sea debido a experimentos con la energía nuclear con fines pacíficos (en radiactores para esterilizar o en plantas para generar electricidad) o bélicos (bombas atómicas), el residuo radiactivo es de los más dañinos para el ecosistema que se conocen. 

Expansión urbana. Las ciudades crecen y crecen, consumiendo o alterando la superficie que antes era refugio de especies animales y vegetales para siempre.



Consecuencias

Las consecuencias son claras: cambios ambientales que conducen a inestabilidades climáticas (como el llamado efecto El Niño), a su vez causantes de tragedias humanas y ambientales; deterioro de la calidad de vida de la humanidad como un todo, lo cual se traduce en aumento de incidencia de enfermedades como el cáncer o epidemias en las regiones menos pudientes de la sociedad; y la preocupante reducción de la biodiversidad mundial que se ha alertado desde hace ya varias décadas.












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